No me gusta el baloncesto previsible y aburrido

Archivo para junio, 2011

Los Timberwolves y Ricky Rubio

Hace poco me preguntaron en este blog acerca de mi opinión sobre las oportunidades que iba a tener Ricky y la posible comparación con otros jugadores como Sergio y Rudy (es más, yo metería en el lote a Raúl y Calderón). Vamos a empezar por ponernos un poco en situación. El deporte profesional americano es muy distinto al español, por la sencilla razón de que son una sociedad distinta con valores también diferentes, y la gran mayoría de sus componentes (valga la obviedad) son estadounidenses. Es más, una gran mayoría dentro de los jugadores «autóctonos» son de clase social media-baja y de raza negra. Este detalle es muy importante para entender ciertas peculiaridades del deporte americano. Son muy competitivos individualmente porque se lo exige la sociedad, y así se lo reconocen cuando consiguen los éxitos, y de hecho para ellos la valoración de sus capacidades viene reconocida por el dinero que ganan. Esto, unido a la falta de formación personal/cultural en la mayoría de los casos, establece un perfil muy distinto a lo que estamos acostumbrados a llamar aquí “deportista de élite”. Todavía me acuerdo de cuando estando Iverson en la plenitud de su carrera (MVP, máximo anotador de la liga chorrocientas veces, etc.) tuvo un altercado en verano. Según las noticias americanas, tras una discusión doméstica, su mujer se fue a casa de un matrimonio amigo, que además eran vecinos. Entró pistola en mano y la sacó de la casa por los pelos tipo Cromagnon. ¿Os imagináis una situación parecida en Europa? ¿O más concretamente en España? ¿Os imagináis a grandes jugadores de nuestro país haciendo tal burrada? Epi, Corbalán, Fernando Martín o, más recientemente, Navarro, Gasol, Reyes, etc. INIMAGINABLE en nuestros deportistas de élite, y sin embargo muy común en lo suyos. Entre los deportistas americanos nadie se extraña ante este tipo de comportamientos; en la NBA no los quieren porque no da buena imagen, pero son cosas que están a la orden del día. No son extensibles a todos los jugadores, pero son más habituales de lo que le gustaría al mandamás de la NBA, David Stern. Estos problemas vienen muchas veces asociados al tipo de formación personal que reciben, por lo que la NBA ha tenido que ir poniendo «guías», códigos de vestimenta, endurecimiento de las faltas técnicas, cursos de concienciación obligatorios (dinero, fama, mujeres) etc. Cuando Gasol hizo ese curso declaró que eran cosas normales y que con un poco de cabeza las deduces. Pero claro, el perfil de Gasol no es lo que más abunda en la NBA. Todo este rollo que he metido (y podría seguir) es para ponernos un poco en antecedentes antes de hablar de los nuestros y de los roles en su equipo. Por suerte, tenemos perfiles muy distintos dentro de los jugadores que han ido a la NBA. Todo parece apuntar a que, en la NBA, un entrenador no se moja por un jugador con bajo sueldo a menos que sea muy evidente su superioridad sobre los que cobran más. Creo que lo hacen para no romper un código de vestuario o algo así. La verdad es que, en un grupo en el que la mayoría poseen los valores a los que me he referido anteriormente, es un suicidio empezar a rezagar en el reparto de minutos a jugadores con más capacitación (sueldo, que es lo ellos entienden por valía), porque esto no lo iban a entender ni a los que se le reducen los minutos, ni tampoco lo iban a entender los titulares; por eso precisamente se dan circunstancias como las que vivió Calderón con la lesión de T.J. Ford. Recordemos: Ford se lesiona y Calderón empieza a jugar más y mejor, hasta el punto de que el equipo empezó a ir mejor. En la NBA cuando un titular recibe el alta, al día siguiente es, precisamente, titular y juega 30 ó 35 minutos. Es la forma de reconocerle su importancia y de que coja el ritmo de la competición lo antes posible e, incluso, muchas veces ni siquiera cambia el rol del primer reserva, y es el tercero en la rotación quien sale de titular. Creo que lo hacen para no cambiar los roles dentro del equipo, y el tercero en la rotación tiene muy asumido que cuando vuelva el titular, retornará a su anterior misión. Lo raro en aquella situación fue que mientras T.J. cogía ritmo de partido, ocupó el rol de reserva, y más o menos lo aguantó. Creo que esto también fue propiciado por el tipo de equipo que, en ese momento, era Toronto: muchos europeos y hasta el entrenador, afroamericano, había jugado muchos años en Italia. Pero no tardó más de 2-3 semanas en saltar Ford y decir que él no era reserva y tenía razón, sus 8 millones anuales lo dejaban claro frente a los 3 (creo) que por entonces cobraba el extremeño. Cosa distinta fue cuando tuvo que renovar Calderón e igualó ficha anual (importancia), hasta el punto que Ford fue traspasado en una apuesta clara por Calderón. Más recientemente tenemos el ejemplo de nuevo de Iverson, cuando se desmarcó con unas declaraciones que venían a decir más o menos que un jugador de su importancia no salía del banquillo a un partido (aunque ya por entonces su rendimiento había bajado mucho). Es así como funcionan las cabezas de la mayoría de los jugadores NBA, y es por eso por lo que un entrenador no va a variar las normas internas del vestuario para favorecer a un jugador para que juegue 4 ó 5 minutos más de lo que debería en detrimento de otro con un caché más alto. Quizá ahora alguno entienda la situación de Sergio en Portland. Se fue siendo una ronda muy alta del draft y eso le aseguraba un churro de contrato, y a eso le corresponden también un churro de minutos, a menos que tu superioridad sea tal que los líderes del equipo «bendigan» tu aumento de importancia dentro del grupo y no haya ninguna duda al respecto; por ejemplo, lo que le pasó hace ya muchos años al francés Parker en los Spurs. Así que, ya de inicio, Sergio lo tenía casi imposible. Además se da la circunstancia de que en la NBA se juega más que se entrena, y de hecho, hasta que llega el ALL STAR, la propia temporada regular se puede considerar como simple pretemporada. Con esto quiero decir que el jugador que no juega, no avanza, sobre todo si tiene la mentalidad europea y se «deprime». Un americano, sin embargo, sabe que juega poco porque cobra poco, y su importancia es la que es dentro del grupo porque cobra lo que cobra, lo que no implica que cuando le dan la oportunidad de salir no vaya al 110% para ganarse un aumento de caché (dinero) dentro del grupo. Rudy también se ha visto superado en ciertas ocasiones por esta forma tan particular de gestionar los banquillos NBA, y cuando a Rudy se le dio la opción de tirar más por la lesión de Roy no estaba mentalmente preparado y no lo aprovechó todo lo bien que debía haberlo hecho. Rudy tuvo más importancia en Portland que Sergio porque sus lagunas defensivas eran mucho menores, y su tiro mucho mejor, amén de llegar con mejor cartel y mejor caché (insisto, sueldo). La importancia de Calderón siempre fue, ya de inicio, más importante de la que un rookie debe tener en una franquicia NBA, y esto se debió, como ya he dicho antes, al carácter europeizado de los Raptors y a que llegó de una forma distinta a Sergio. Quizá no llegó con un cartel mucho más importante que el de Sergio, pero sí que lo hizo más de 3 años después de su elección en el draft. Eso parece una tontería pero es muy importante para los jugadores europeos, pues si no has jugado transcurridos 3 años de tu elección del draft, quedas libre de las limitaciones de sueldo que impone el draft, aunque los derechos del jugador los mantiene la franquicia. Así que el extremeño llegó con una elección alta del draft, pero con un sueldo más acorde a un segundo base NBA, y como tal así fue tratado por el vestuario y el entrenador. Otro ejemplo de nuestros españoles lo tenemos en Raúl, para muchos, el jugador con más talento que ha dado nuestro baloncesto. Su elección en el draft fue relativamente alta (24), pero su talento lo vio rápidamente su entrenador (y todo el mundo mundial) con lo que escaló posiciones en la rotación dejando atrás a jugadores con una elección más alta del draft. La lástima fue que sus rodillas no aguantaron y su carrera se vio truncada prematuramente. Pues bien, en ninguna de estas situaciones se encuentra nuestro amigo Ricky; él es una elección alta (5º), y lo habría sido más si se hubiera podido ingresar antes en la NBA (según los analistas el 3º). Cuando un equipo tiene una elección de este tipo no pone por delante de un nº 5 a ningún peso pesado de la liga, porque le quitaría protagonismo, y eso no es lo que quieren para un número 5 del draft. Evidentemente, como sabían que tardaría en llegar, eligieron a otro base con el 6 para pasar estos dos años, algo lógico, ya que no van a dar un contrato multianual a un base veterano de la liga para que después haya problemas. De paso si te sale muy bueno el 6, siempre puedes traspasar a un nº 5 por algo muy bueno que necesites. Así que como podéis ver, todos los movimientos de los Timberwolves han sido de lo más lógico. Es más, no me extrañaría nada que traspasaran al otro base para reforzar las posiciones más débiles del equipo. Además, como en teoría no deben estar en la parte alta el año que viene, les dará lo mismo ganar 20 partidos que 40, así que resultará indiferente si el reserva de Rubio no es demasiado bueno, porque precisamente será eso lo que quieran, que Ricky juegue los máximos minutos posibles. Estas cosas algunas veces se llevan el extremo, pues ¿os acordáis del nº 1 del draft de Gasol? Un tal Kwame Brown, pues bien, este nº 1 del draft ha disfrutado de más de 20 minutos por partido desde el año 2001 hasta el 2008, y con contratos mucho mayores de su rendimiento. A partir de ahí bajó su media de minutos y de dólares, coincidiendo con el traspaso de los Lakers, que fue uno de los que traspasaron a Memphis por Pau. Con esto quiero decir que Ricky va a disponer de muchos minutos para foguearse e ir cogiendo importancia, y que, además, van a tener paciencia con el, a menos que haga un desastre de proporciones bíblicas. Por ser nº 5 ya tiene las simpatías del peso pesado del equipo, Kevin Love, que precisamente también fue elegido en el draft con el mismo número. Si a eso le añadimos que es un base generoso y que Love va a ser el más beneficiado del tipo de juego de Ricky ya tenemos complicidad asegurada y protección del jefe del vestuario. Si queremos saber lo que va a ganar Ricky supongo que no andará muy lejos del contrato que actualmente tiene Kevin Love, 15 millones en 3 años, con sus cláusulas respectivas de «ofertas cualificadas», derechos de tanteo, renovación automática, etc., muy lejos en cualquier caso de los 5 millones por 3 años de Rudy (que estrena traspaso), y si lo comparamos con lo que ganaba Sergio ya puede ser de risa. Por todo esto, creo sinceramente que este año va a jugar bastante y va a tener las oportunidades necesarias para triunfar, o por lo menos para aposentarse en la NBA como un buen jugador. Que llegue o no a ser ALL STAR dependerá de muchas cosas, y la mayoría no estarán bajo el control ni dependerán de Ricky.

 

P.D. Noticias de última hora colocan al exentrenador de Calderón, Sam Mitchell, como entrenador jefe en los Timberwolves, un entrenador con conocimiento del basket FIBA. Otro buena noticia para Ricky, ¿casualidad o planificación? El tiempo lo dirá.


Sin noticias

Como yo también me aburro ante la falta de noticias de baloncesto, voy a hacer un par de cosas: la primera, un súper-manager de NBA para ver cómo puedo reforzar a mis queridos Laker para la temporada que viene: pivots, bases, etc., y la segunda, voy a intentar analizar el futuro de Ricky en la NBA este primer año y, como voy a mojarme, pues casi seguro que me equivocaré.

 

Empecemos con los Lakers.

Los jugadores que, a priori, resultan fundamentales son: Kobe y Pau, creación de juego desde el exterior y desde el interior. Es muy importante tener un jugador con la capacidad de generar juego desde el poste, meter puntos y dar asistencias (tanto a jugadores interiores, como exteriores), por eso el juego de Pau es tan valorado por los entrenadores. De Kobe poco se puede decir que no se haya dicho ya, su nombre va asociado a DEFINICIÓN, es el jugador con más capacidad de definición de toda la liga: de lejos, de cerca, posteando, corriendo, por encima del aro, rectificando, machacando, etc., su repertorio es el más extenso (y eficaz) de la NBA. Además, como Kobe tiene en su contrato una cláusula que le permite vetar su traspaso, el tiempo que vaya a seguir en los Lakers dependerá única y exclusivamente de su voluntad.

Los dos acaban contrato en la temporada 2013-2014 con montantes de 30,5 y 19,2 millones respectivamente.

A partir de aquí es cuando ya puede empezar el juego de los traspasos. Incluso hay que tener en cuenta los posibles contratos crecientes que se les pueden ofrecer a jugadores; lo lógico, en este sentido, es que traspasen a Gasol al final de su penúltima temporada de contrato, ya que, de esa manera, podrían conseguir muchos jugadores valiosos y enviaría un contrato de 25,2 millones (19,2+6 del trade-ticker) al equipo receptor. Además, así le darían un premio a Gasol por sus años de servicio aumentándole 6 millones su contrato justo el año que cumpliría los 34 (con su carrera en el tramo final), e incluso dejándole un añito por delante por si quisiera volver a su añorado Barça para cumplir los 35 (todavía sería un jugador temible en Europa).

Este movimiento es importante porque así los Lakers pueden fichar a jugadores que en principio no tengan un contrato muy alto, pero que pueden incrementarlo con los años, sobre todo a partir de la 2012-13 con la opción que hemos dicho de Gasol y de la de 2013-14 con el último año de contrato de Kobe (30,5 millones).

 

Bynum también es un jugador con el que pueden sacar bastante partido, pues sus 15,2 millones y la opción por parte del equipo de recortar un año su contrato hacen que pueda ser una pieza apetecible para traspasos. Podrían enviar su contrato de 15,2 millones este mismo verano a cualquier equipo y dicho equipo ejecutar la opción de no renovación, quedándose así con 15,2 millones libres. O bien también podrían negociar con terceros para no ejecutar el recorte del año y mandar 16,5 millones en la misma operación que les hiciera Lakers pero un año más tarde. El juego que da esa posibilidad de corte hace que sea un jugador muy «metible» en las quinielas de los traspasos.

Odom, con sus 8,9 millones para la próxima temporada, tiene muchas posibilidades de quedarse sin ningún problema en los Lakers; no creo que haya jugadores actualmente que den más por menos. Pero la opción que tendrá el equipo en el que esté, de cortarlo en su ultimo año y dándole sólo parte del contrato, hacen que este jugador pueda ser un buen activo para un traspaso. Por ejemplo, Bynum y Odom (ejerciendo las opciones de su contrato) podrían ser enviados a un equipo y liberar 24 millones al finalizar la temporada. Esa jugada fue la que hicieron en su día los Lakers para traerse a Gasol: enviaron a varios jugadores que terminaban contrato a Memphis, para dejarles margen de contratación para el año siguiente, y así poder rodear a su nueva apuesta (el chupón de Rudy Gay) de los jugadores que creyeran oportunos. La jugada le salió bien a Memphis, pues con ese dinero pudieron fichar a Randolph y encima les creció el Gasol pequeño.

 

La opción del traspaso de Pau es la que considero menos viable, ya que su conexión con Kobe dentro y fuera de la pista hace que no se le pueda traspasar a la ligera como a otros jugadores. Es más, curiosamente, los dos terminan contrato a la vez, así que, para los Lakeres, eso tiene pinta de acabar con los contratos y pasar algún año de reconstrucción.

 

Una buena opción para evitar reconstrucciones es asegurar un buen traspaso con el que empezar a conseguir réditos importantes ahora y poder moverse en la última temporada de Gasol y Kobe, con más de 50 millones para jugar en traspasos.

 

Para terminar de plantear el escenario de un megatraspaso de Lakers, añadiremos un par de cosillas más. Superman Howard tiene una opción en su contrato que le permite salir al término de la próxima temporada como agente libre. Dudo mucho que los Magic quieran recorrer el mismo camino que hizo Cleveland con Lebron. El jugador no extenderá su contrato y corren el riesgo de que se vaya y no reciban nada de nada a cambio.

 

Así que la opción que cobra más fuerza es la del traspaso al principio de temporada, o más bien como Gasol, una vez empezada; de esa manera apurarían un poco las opciones de retenerlo con promesas y proyectos. Howard está cansado de no ganar, y sabe que a día de hoy se necesita más de una estrella (de verdad) para conseguir un anillo. Después de Kobe&Shaq no ha habido ningún anillo con sólo dos jugadores importantes en el equipo. Desde los Spurs con Duncan, Parker, Ginobili y Horry, pasando por los «inventores» del «BIG THREE», los Celtics, con Garnett, Allen y Pierce. Incluso Lakers necesitó una aportación decente de Odom y Bynum para poder tumbar a Boston y Orlando. Los últimos en sumarse a la fiesta del BIG THREE son Miami, y les ha llevado a las finales. La verdad es que el anillo de Dallas ha sido la única excepción en estos años, por ser un equipo en el que sólo Nowitzki tiene estatus de estrella, y los demás ya lo fueron y están lejos sus mejores años, o quizá están por llegar.

 

Dudo mucho que Howard aterrice en un equipo con pocas opciones de titulo, con lo cual la lista se reduce y mucho. Por un lado BIG «GERIATRIC» THREE de Boston, un equipo que apenas le daría una opción de ganar titulo debido a la edad del Big Three, y después se quedaría aún más solo que en Orlando. Quizá el equipo de Durant pudiera ser un buen destino, pero la falta de jugadores de contrato alto (nada que no puedan arreglar con otros traspasos) dificultaría el movimiento, además de no contar con más apoyo además de Durant y un poco nuestro Ibaka. Creo que estaría en clara desventaja con Miami, y dada la edad del Big Three de Miami, no creo que Howard quiera estar tantos años a la sombra. Otro destino para poder ganar un anillo inmediatamente son los actuales campeones, pues los 33 años de Nowitzki no le dejan muchos más años de margen. Y ahora vamos donde nos interesa a nosotros: los Lakers. La posibilidad de cuadrar sueldos, los 15+8 de Bynum y Odom con los 17 de Howard (más algún jugador o ronda del draft) hacen muy posible a nivel de jugadores esta opción. Aquí el gran perjudicado sería Bynum, puesto que a Odom le quedan los años de declive físico (esta temporada 32) y ya tiene 2 anillos, con lo que iría a una franquicia sin opciones reales durante bastante tiempo de hacer nada importante.

La edad de Gasol y Kobe le aseguran un mínimo de 3 intentos de anillo con posibilidades reales de conseguirlo. Con la marcha de Odom, los Lakers perderían mucha versatilidad, pero ganarían una pegada en la zona que actualmente no tienen con Bynum (nadie tiene algo parecido a Howard). Si en el cuadre de sueldos viene un base o algún jugador que puedan intercambiar por un base, el equipo quedaría redondo, dejando a Fisher más descansado para momentos más puntuales. Nelson con sus 8 millones se les iría un poco del presupuesto, y Duhon con 4 millones cuadraría mejor.

Con todas estas cábalas hechas yo apuesto (evidentemente), y casi rezo, para que este traspaso tome forma y deje a los Lakers con una plantilla capaz de hacer otros dos anillos.


La prensa deportiva. 

Está claro que, debido a las fechas en las que estamos, hay pocas noticias en general y en todos los sectores «inventan tonterías” para ver si venden un periódico más. La última, como pongo en el título, es el posible traspaso de Pau Gasol a los Timberwolves. Y es que, en USA, al igual que en Europa, ya no hay noticias de baloncesto decentes, así que se ponen a elucubrar tonterías, algo que, por otro lado, también viene muy bien para entretener a los que nos gusta este deporte. El problema surge cuando en Twitter  leo que un comentarista americano hace castillos en el aire sobre cómo podrían traerse a Pau Gasol para ser el «padrino» de Ricky; un ejercicio imaginativo que intenta argumentar sin mucho interés, debido a la imposibilidad del tema. Pero queda bonito y no hay noticias. Ese mismo ejercicio lo podría hacer algún periodista en España, así, por ejemplo, mandar a Orlando a Odom y Bynum, y juntaríamos a nuestro Pau con Superman. Ahora sólo hay que mirar lo que ganan para poder cuadrarlo con uno o dos jugadores por cada lado, y si además también cuadran los años restantes de contrato, ya tenemos hecho un gran traspaso. El problema de estas elucubraciones (independientemente de que en la NBA cualquier traspaso es posible) aparece cuando uno opina desconociendo multitud de detalles, y, en el caso que nos ocupa, sólo había que seguir leyendo noticias en Twitter para conocer un poco más de los detalles del traspaso. Yo lo desconocía, lo reconozco, pero resulta que nuestro amigo Pau tiene una cláusula en el contrato denominada trade-ticker, que ahora os explicaré. Entonces si damos por bueno un cotilleo de un comentarista americano, creo que también deberían hacerse un poco de eco sobre la posibilidad de la existencia de dicha claúsula en el contrato de Gasol. Así que como la prensa deportiva no se hace eco de esta posibilidad lo haré yo. Creo que cuando al bueno de Pau le tocó renovar, podía haber aspirado a un poco más de lo que sacó con los Lakers, quizá 3 o 4 millones de dólares más, pero parecía que «perdonaba» dinero a cambio de la posibilidad de obtener títulos. Evidentemente la inteligencia es la mejor cualidad de Gasol. Si los Lakers quieren traspasar a Gasol, y evidentemente no va a ser a una franquicia aspirante  al título porque en la NBA, igual que aquí, nadie refuerza a un equipo rival, entrará en funcionamiento la cláusula trade-ticker. Veréis, es muy sencillo, si sale de los Lakers, el contrato de Gasol aumenta 6 millones por arte de magia. Así que todos los números y cábalas que se han estado haciendo de jugadores, sueldos y traspasos ya no valen, porque ni se parecen a lo que en realidad debe ser por no haber tenido en cuenta la existencia de esta cláusula. Estoy seguro de que al comentarista americano le importaba un pepino si sus datos eran fiables al 100%, porque era un ejercicio de imaginación post-temporada (sin noticias), pero cuando ya hablamos un medio de comunicación español de tirada nacional y se trata de dos de nuestros jugadores NBA, creo que los periodistas deberían informarse un poco mejor antes de contarnos tantas tonterías.